Los delitos financieros son delitos cometidos contra la propiedad, que implican la conversión ilegal de la propiedad de bienes (que pertenecen a una persona) para su uso y beneficio personal. Los delitos financieros pueden consistir en fraudes (fraude con cheques, fraude con tarjetas de crédito, fraude hipotecario, fraude médico, fraude empresarial, fraude con valores (incluido el uso de información privilegiada), fraude bancario, fraude con seguros, manipulación del mercado, fraude en los pagos (puntos de venta), fraude en la atención sanitaria), robos, estafas o engaños, evasión de impuestos, sobornos, sedición, malversación, robo de identidad, blanqueo de dinero y falsificación, incluida la producción de dinero y bienes de consumo falsos.
